Redes sociales y el marketing
Publicidad en Internet y digitales
Sin duda para promocionar cualquier producto en la actualidad son muy importantes las redes sociales en el marketing, una herramienta sencilla y eficaz.
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17/3/2012 — Las redes sociales no son el quinto poder, son más bien el primero, si es que el primero es la gente. La gente, en el máximo de su capacidad asociativa: generando vínculos, produciendo pensamiento, o ejecutando descargas contundentes de influencia.
En este mundo horizontal de socialización en línea, que podría compararse con un tejido infinito de conexiones que cambia en forma permanente, la mera noción de tiempo y espacio es interpelada. Como son interpeladas las estructuras de poder y los postulados de la comunicación. Una gran maquinaria de inspiración a la acción ha irrumpido apareando la virtualidad con la realidad. Y esto recién comienza.
En las plataformas sociales y redes, somos palabras. Somos lo que decimos. Pero cuando hablamos de palabras en tiempo real, esas palabras adquieren la estatura de acciones. Como si la red hubiera inventado un nuevo tiempo verbal: el futuro presente. Lo que se dice se enlaza temáticamente con lo que dicen miles de personas sobre el mismo tema y las coincidencias se convierten en un poderoso caudal capaz de generar cambios.
Así, las palabras, en las redes sociales, son una manera de actuar. Son como botones que accionan a otros, convencen a otros, estimulan a otros, inspiran a otros.
Estamos en la era de la inspiración 2.0. Inspirar es el arte de influir o conmover el intelecto y/o las emociones de otro. Pero también significa llevar aire a los pulmones. Ese oxígeno puede fluir más que nunca a borbotones en los espacios virtuales y constituirse en un multiplicador de ideas y divulgación de esas ideas. La llamada Primavera Árabe anotició al mundo del poderío de esta nueva maquinaria social que saltó desde el foro virtual a la plaza real de Tahrir en Egipto derrocando a un régimen que tenía poder total desde hacía tres décadas. "Las redes sociales son la subversión de toda jerarquía", dice el experto en redes sociales Andres Schuschny de la Cepal. Ese poder de mover las capas tectónicas del status quo no garantiza sin embargo una resolución de las crisis que produce. Y allí aparece un límite cada vez más nítido. "Las expresiones legítimas que canaliza internet siguen requiriendo soluciones institucionales en el mundo real, capaces de encauzar esas demandas prohijadas en el mundo virtual", afirma Luis Tonelli, Director de la Cátedra de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires y Profesor de la Universidad de Oxford. Así las cosas, las redes sociales son una fase más sofisticada de la demanda ciudadana que urge al mundo real a dar respuestas más rápidas y a reciclarse para tiempos más veloces, pero con burocracias oxidadas que se regeneran o mueren ante los nuevos tiempos.
Si éramos hasta aquí "animales sociales", ahora somos "animales hiper-sociales" que están revolucionando el mundo de la comunicación como lo conocíamos hasta ahora. Vivimos en la Era del Emisor. Si antes había un emisor y un receptor, ahora todos somos emisores y todos receptores, los dos en uno. Bastan unos pocos ejemplos: un vecino de Osama Bin Laden informa al mundo sin saberlo, a través de su cuenta de Twitter, que allanan la casa del hombre más buscado en un barrio militar de Pakistán. Un transeúnte cualquiera capta la imagen de la catástrofe que será noticia nacional. Un hombre que alivia el dolor de su perro con cuidadosos baños en un lago, es conocido por millones luego de publicarse el video en YouTube. Somos todos emisores. El Homo-Videns de Giovani Sartori se convierte en el Homo-Hiperconectado.
Las redes sociales comprueban que la necesidad de comunicar y socializar es inherente al hombre. Tan inherente que lo está llevando a un nuevo grado de su evolución. Pasa de la acción a la hiper-acción. Asistimos a un cambio sin precedentes que nos exige pensarlo mientras estamos ocupados en vivirlo. El fenómeno interpela a los sistemas democráticos y hace temblar a los regímenes autoritarios. Un determinismo caótico, con meritocracia del contenido per se, pero con una aceleración abrumadora, convulsiona nuestros tejidos sociales rompiendo distancias y nociones temporales. Todo es aquí y ahora. Son muchas las ventajas, pero muchos también los desafíos y los riesgos. Lo que no hay es opción. La virtualidad ya es parte del ser moderno. Ser o no ser... sigue siendo la cuestión. Cristina Pérez — Estrella Digital —
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3108 - La gente busca relaciones de todo tipo, para viajar, para encontrar personas con aficiones afines, para salir de fiesta, etc.
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